sokai dojo zen
A ti, que empiezas con zazen, por Kōdō Sawaki Roshi.
Hace mucho tiempo 500 monos estaban al servicio de 500 santos budistas. Un día los monos decidieron imitar todo lo que hacían los santos, así que se pusieron a practicar zazen, copiando a los santos budistas en sus ojos, su nariz, su boca y su cuerpo entero. Siendo así, se decía que 1000 santos practicaron zazen y realizaron el satori. Es así que quiero preservar, aunque sea por imitación, la semilla de zazen.
Cuando practicas zazen, tiene que ser aquí y ahora, y que te sientas concernido por zazen. No dejes que el Zen se convierta en un rumor que no tiene nada que ver contigo.
Zazen es el Buda que formamos con nuestra carne cruda. Zazen quiere decir practicar eso que no puede ser pensado. Zazen es el interruptor dhármico que enciende el universo entero.
Hacer algo simplemente quiere decir hacerlo ahora, de inmediato. Eso es lo que quiere decir no perder el tiempo que te otorga la vida.
Cuando me preguntan para qué sirve zazen, respondo que zazen no sirve absolutamente para nada. Algunos me dicen que, siendo así, prefieren dejar de practicar zazen. Pero de qué sirve correr de aquí para allá para satisfacer tus deseos. De qué sirve apostar dinero. De qué sirve bailar. De qué sirven todos esos estados de ánimo que cambian según que gane o pierda nuestro equipo de fútbol. Todo eso no sirve absolutamente para nada. No hay nada más sensato que sentarse en silencio en zazen. En el mundo ordinario la expresión “no sirve para nada” solo quiere decir “no da dinero”.
La gente me pregunta a menudo cuántos años tienen que practicar antes de conseguir resultados. Zazen no produce resultados. Tú no puedes obtener absolutamente nada de zazen.
Kōdō Sawaki. A toi (traducción francesa de Luc Boussard), Ed L’Originel, p 40.
