Cada instante surge

Hay otro mundo en el mundo en que vivimos y otra persona en la persona que somos. Habría que romper el pacto, hacerse bárbaro. Y, ante todo, ser realista. Es decir, partir del principio de que la realidad es desconocida. Si empleásemos libremente los conocimientos de que disponemos; si estableciésemos entre éstos relaciones inesperadas; si acogiésemos los hechos sin prejuicios antiguos o modernos; si nos comportásemos con una mentalidad nueva, ignorante de los hábitos establecidos y afanosa de comprender, veríamos a cada instante surgir lo fantástico al mismo tiempo que la realidad.

Este es el estado de la mente de zazen, el samadhi que lleva el sello del océano... abandonar los hábitos, volverse ignorante, es la vía de los antiguos patriarcas budistas