sokai dojo zen
Un koan

Un día el maestro Kyozan Ejaku preguntó al maestro Isan Reiyu del monte Isan en el distrito Tan;
- Cuando las cien, mil, diez mil circunstancias vienen a mi al mismo tiempo ¿Qué puedo hacer?
Isan respondió;
- El color azul es distinto del colo amarillo, algo que es largo es diferente de algo que es corto. Todos los seres tienen su propia posición en el Universo, y no tienen ningún interés en nosotros.
Caso 14. Sinji Shōbōgenzō (301 koans) recopilados por el maestro Eihei Dōgen
Isan Reiyu fue discípulo de Hyakujo, un descendiente del maestro Baso Doitsu. Su discípulo, Kyozan, le hace una pregunta; ¿Qué puedo hacer con las circunstancias que aparecen todas a la vez?
La respuesta de Isan apunta en primer lugar al mundo de los colores y las formas, shiki (amarillo, azul, largo, corto), el mundo de los fenómenos, de las circunstancias que aparecen así. E Isan explica a su discípulo cómo funciona shiki, cómo funciona el mundo de los fenómenos; Las cosas son como son, ocupando su lugar en el Universo, independientemente de que a nosotros nos gusten o nos disgusten. Los hechos son los hechos mi querido discípulo.
Kyozan con su pregunta pone el acento en la posición del sujeto, de alguien que tiene que responder ante las circunstancias al mismo tiempo. Quizás sería más realista responder a las circunstancias una a una, según se presentan, y no a todas a la vez. Y a veces simplemente no hay respuesta.
La respuesta de Isan balancea a Kyozan hacia el otro extremo, cambia su posición; del lado del sujeto que tiene que hacer al lado de los seres que son independientes de nosotros, que son así. El punto de la respuesta de Isan está en la posición: Todos los seres tienen su propia posición en el Universo.
Pero cuando contemplas los acontecimientos del mundo tienes la sensación de que todo está descolocado, que nada está en su sitio. Lo amarillo debería de ser azul, y lo azul amarillo. Tomemos por caso la crisis medioambiental, el cambio climático, una circunstancia relacionada con la actividad productiva del ser humano, con el uso masivo de energía derivada de combustibles fósiles. Uno diría “eso no está bien”, “hay que cambiarlo”. Observando esto así, ¿se puede decir entonces que todos los seres tienen su propia posición en el Universo?
La propia posición que ocupan de los fenómenos en el Universo es lo mismo que decir el Dharma, el orden cósmico, en el que todo lo que existe está en su sitio. Pero ese lugar que ocupan los seres es independiente de nosotros, de nuestras valoraciones, de nuestras preferencias. Lo amarillo es amarillo y lo azul, azul. Nos guste o nos disguste.
Y por otro lado tenemos el ámbito de nuestra acción, el qué hacer. El karma. Si empleamos masivamente combustibles que contaminan la atmósfera y provocan un cambio en el clima, por ejemplo, los fenómenos lo único que hacen es ocupar su lugar en el Universo. El cambio climático es la respuesta natural del Universo a nuestra acción. Entonces, para mi, el koan no es tanto qué hacer, cómo responder ante los fenómenos que aparecen ante nosotros todos a la vez. Hay una cuestión anterior a esa, más básica, más fundamental, a la que apunta el maestro Isan. Primero, entender que nosotros somos un ser más entre los seres, que no somos tan especiales. Y a partir de ahí preguntarnos cuál es nuestra posición en el Universo. Y cual es nuestra relación con el resto de existencias en un Universo interdependiente.
Si nuestra posición es la de qué hacer, nos situamos en el centro del tablero, vamos desde nuestras preferencias, nuestros gustos, nuestras ideas, hacia el Universo. Es el sujeto confirmando las existencias desde el ego.
Si nuestra posición es la de interrogarnos por nuestra relación con el resto de fenómenos, que son así tal cual, entonces vamos desde el Universo hacia el ego. Es el sujeto confirmado por las circunstancias.
Antes de saber qué hacer sería interesante aclarar qué posición ocupamos en el Universo. Nuestro problema es que nos situamos siempre en el centro del Universo y desde ahí nos planteamos qué hacer, ignorando por completo la posición de las existencias en el Universo. La perspectiva de Isan, todos los seres tienen su propia posición en el Universo, y no tienen ningún interés en nosotros, nos debería de empujar hacia una cierta “humildad cósmica”. Los seres no existen “pensando en nosotros”, el sol, la luna, el mar, la lluvia y los virus no tienen ningún interés en nosotros, solo ocupan naturalmente su propia posición en el Universo.
Encontrar nuestra propia posición en el Universo, ser uno mismo y relacionarse con el resto de los seres y de las circunstancias de una manera respetuosa, sin pretender que se acomoden a mis ideas, sin ocupar siempre el centro del tablero. Algo que es largo es diferente de algo que es corto.
¿Cuál es mi posición en el Universo? ¿Dónde estoy? Este es el gran koan de nuestro tiempo.